Cómo convertirse en animador 2D profesional

Cómo convertirse en animador 2D profesional

¿Quieres ser animador profesional? El animador Julio Ordóñez recopila los mejores consejos para animadores que sus años de experiencia en la industria le han enseñado. Magistrales consejos y guías para aspirantes a animadores profesionales.

 

 

El largo camino recorrido desde la aparición del fenaquistiscopio, hasta la era de los gráficos generados por computadora, ha permitido a la animación colocarse en un muy honorable lugar entre las ramas del Arte. Lugar que, si se me permite decir, ha sido muy bien ganado y merecido porque, si una imagen dice más que mil palabras, ¿cuánto dirán veinticuatro imágenes transmitidas a la velocidad de un segundo?

 

Tal reconocimiento al valor artístico y la constante evolución tecnológica en la que estamos inmersos, han hecho del animador un artista cada vez más completo y versátil, capaz de tomar las más increíbles o disparatadas ideas y darles vida y forma, a través de imágenes en movimiento.

 

Julio Ordóñez es un animador profesional mexicano, que a lo largo de quince años ha ocupado los distintos cargos dentro de la línea de producción, tanto de largometraje, como de animación para campañas publicitarias, y nos cuenta un poco acerca de los pasos a seguir para incursionar en la creciente industria de la animación.

 

 

Índice

  1. ¿En qué consiste el trabajo de un animador?
  2. ¿Cómo puedes determinar si tienes talento para ser animador?
  3. ¿Cuáles son las aptitudes que todo buen animador debe tener?
  4. ¿El hecho de que la Animación sea una industria creciente en distintos países, ha permitido un aumento en la oferta de trabajo?
  5. ¿Y qué hay de la oferta académica, ha crecido también?
  6. ¿Cuál es el área de trabajo de un animador?
  7. ¿Cuál es la diferencia entre un animador tradicional, un animador digital?
  8. Además de la parte teórica, ¿qué otra preparación académica debe tener un animador?
  9. El ser buen animador es comparable a ser un buen deportista o músico, la práctica hace al maestro; ¿cuánto tiempo tienes que dedicar para lograr mejorar tus técnicas?
  10. Doce consejos para las personas que quieren convertirse en animadores.

 

1- ¿En qué consiste el trabajo de un animador?

En palabras simples: un animador tradicional, o “animador 2D”, es un artista visual, cuya función principal es dibujar cada uno de los cuadros que componen las secuencias y escenas de un largometraje o serie de dibujos animados.

 

El animador es un artista versátil, que entiende a la perfección las leyes del movimiento, y el comportamiento de los objetos al ser sometidos a dichas leyes.

 

Conoce y domina con maestría el proceso de narrar una historia a través de imágenes.
En el ámbito de las artes, el animador es el equivalente a un atleta de muy alto rendimiento.

 

2- ¿Cómo puedes determinar si tienes talento para ser animador?

Si bien, cualquier animador puede ser un gran artista, no cualquier artista puede ser un buen animador; esta profesión puede ser un trabajo soñado y apasionante; o puede convertirse en una auténtica pesadilla cuando te enfrentas a tiempos de entrega, subordinación, critica constante de tus superiores y, en muchos casos; restricción de tu libertad creativa.

 

Un animador es un soldado que sabe seguir instrucciones y se adapta a las cadenas de mando. Pero también es un artista excepcional, capaz de dar vida y movimiento a las más increíbles concepciones de la imaginación.

 

Si además de tu talento artístico posees gran atención al detalle, eres perfeccionista y tienes un deseo constante de aprender día con día, entonces podrías estar en el camino correcto.  Sin embargo, además del talento, es muy importante tener las aptitudes necesarias para este trabajo.

 

3- ¿Cuáles son las aptitudes que todo buen animador debe tener?

Desde luego, lo más importante es saber dibujar y tener gusto por el dibujo (mucho, ya que lo harás día y noche, a veces la mayor parte de la semana). Pero también es muy importante haber adquirido un buen nivel de conocimiento en anatomía, entender las reglas elementales de la física (saber cómo se comportan los cuerpos en movimiento) y tener muchísima disciplina y una actitud altamente diligente.

 

Como en todo trabajo; es muy importante poseer las tres aptitudes primarias: Talento, Vocación y Pasión.

 

–Talento: Es la capacidad (innata o aprendida) que tienes para dibujar, especialmente la figura humana. Y tu facilidad para representar o narrar escenas a través del dibujo.

 

–Vocación: Es la inclinación o genuino interés que como artista debes tener para seguir una carrera como animador.

 

–Pasión: La necesidad imperante y persistente que sientes por expresarte a través de la animación. ¿Sientes que convertirte en animador es parte de tu verdadero camino a la realización personal?

 

Además de las anteriores, es importante poseer las aptitudes específicas para la carrera y el empleo de animador:

 

  • Creatividad
  • Capacidad de trabajar bajo presión
  • Alto sentido de la responsabilidad
  • Muy amplio sentido del trabajo en equipo
  • Saber seguir instrucciones al pie de la letra
  • Habilidades de comunicación
  • Gran apertura a la crítica

 

 

4- ¿El hecho de que la Animación sea una industria creciente en distintos países, ha permitido un aumento en la oferta de trabajo?

Definitivamente, sin volver mucho tiempo atrás, en los diez años recientes, hemos visto crecer el número de producciones animadas tanto para cine, como para televisión. Además  del desarrollo acelerado de los servicios de streaming y su necesidad de contenidos, se han venido sumando a una nueva y creciente demanda  (y surgimiento) de estudios de animación.

 

Pequeñas empresas en ciernes comienzan a requerir del trabajo de animadores para desarrollar sus proyectos. Grandes empresas de talla internacional lanzan programas y convocatorias para aceptar nuevos talentos (o viejos talentos aún sin descubrir). Y no son pocas las agencias de diseño o publicidad que han comenzado a requerir los servicios de animadores de planta.

 

Así que, sí,  seguir la carrera de animador es cada vez más factible para quien sienta vocación por ello.

 

5- ¿Y qué hay de la oferta académica, ha crecido también?

En efecto. El reciente auge de las producciones animadas ha permitido que cada vez sean más las universidades que se “arriesgan” a incluir la carrera de animación entre su oferta académica. Y digo “arriesgan” porque durante mucho tiempo (al menos en mi país), fue una opción prácticamente inexplorada.

 

Hoy por hoy, la percepción de la industria ha cambiado bastante, y la carrera de animación es una opción factible y bien establecida en el currículo de distintas universidades. O puede incluso estudiarse en institutos o escuelas de arte.

 

De modo que, si tienes las aptitudes o estás dispuesto a desarrollarlas, no lo pienses demasiado y comienza a investigar y comparar los programas de las distintas opciones académicas en tu país.

 

No olvides que también hay escuelas que ofrecen becas para esta carrera en otros países. Puedes solicitar información al respecto en sus respectivas páginas y redes sociales, y no pases por alto investigar si las escuelas de tu país tienen alguna clase de convenio de becas o para intercambio estudiantil.

 

6- ¿Cuál es el área de trabajo de un animador?

La mayoría de las personas que desean incursionar en esta industria sueñan con formar parte de un largometraje animado, en una de las grandes casas productoras. Y sí, es un sueño perfectamente válido y comprensible querer ser parte de “las ligas mayores”.

 

Ser parte de una producción a gran escala implica también ser un animador altamente preparado y talentoso. Y aquellos que quieran ser parte de un proyecto de este tipo deberán ser muy conscientes de que el trabajo será arduo y que se deberá cumplir cabalmente con los estándares estéticos de la producción. Durante la realización de una película, el tiempo para descansar será poco, ya que se debe cumplir con tiempos de entrega muy estrictos, pero desde luego, la satisfacción al ver el trabajo terminado, y el efecto que causa en el público recompensan bastante.

 

Habrá también muchos que sueñen con ser parte la producción de una serie de dibujos animados, o incluso ver el día en que su propio proyecto se transmita por televisión.

En este caso, los estándares visuales y la calidad de la animación son un poco (o en ocasiones mucho) menores. Los tiempos de producción y entrega aún pueden ser rígidos, pero debido a lo anterior, las jornadas de trabajo pueden ser más relajadas y, a veces, en un ambiente de trabajo menos rígido.

 

Si bien, las dos anteriores son las más populares, no son las únicas opciones donde un animador puede sentirse como pez en el agua y dar rienda suelta a sus talentos artísticos.

 

Como animador profesional también puedes encontrar un gran campo de trabajo en la industria de la publicidad. Hoy día, los anuncios publicitarios no sólo se transmiten por televisión, sino también por todos los medios difundidos mediante Internet. Desde los banners publicitarios, hasta los insertos en juegos y redes sociales; el trabajo del animador se encuentra presente por toda la red.

 

En esta opción, el animador puede trabajar para una agencia de publicidad, o bien ser un agente libre, contratado por el tiempo que dure la producción de un anuncio. Al tratarse de segmentos cortos de video, los comerciales implican una carga de trabajo más relajada, pero exigen que el animador sea muy versátil y pueda adaptarse a cualquier estilo que el cliente requiera para anunciar su marca.

 

En muchas ocasiones, un solo animador puede hacerse cargo de toda la animación para un anuncio, y es frecuente que el trabajo se pueda realizar en casa.

 

Personalmente tuve el gusto de animar para una campaña publicitaria que duró más de diez años al aire y posteriormente se convirtió en una pequeña serie transmitida en Nickelodeon en México, y puedo decir que este se ha convertido en mi tipo favorito de proyectos.

 

Otra opción cada vez más popular, es la animación para videojuegos. La carga de trabajo en este caso puede variar drásticamente entre un proyecto y otro. Hay juegos cuya narrativa requiere un video inicial totalmente animado y otros incluyen secuencias animadas que se van reproduciendo a lo largo de la trama. Pero sin importar el caso, la calidad de animación que este tipo de productos requiere, puede ser comparable a la que se ve en el cine.

 

Si la animación es pobre, el espectador no se sentirá invitado a interesarse en el juego.

 

El uso de las apps se ha convertido en un hábito ya muy arraigado; hoy día, los usuarios interactúan con los dispositivos desde edades realmente tempranas; y la animación se ha convertido en parte esencial del desarrollo de este tipo de productos. Un animador puede encontrarse muy cómodo trabajando en este tipo de proyectos; la carga de trabajo puede variar, pero no es raro encontrar proyectos donde un solo animador se encargue de producir todas las secuencias necesarias para el producto, y en muchos casos se tiene la posibilidad de trabajar desde casa.

 

Dependiendo del tipo y estilo de cada proyecto, se puede requerir del trabajo de un animador tradicional, o de un animador digital.

 

 

7- ¿Cuál es la diferencia entre un animador tradicional, un animador digital?

Sin importar el tipo de proceso, el animador siempre deberá tener las mismas bases y aprender los principios básicos de la animación . Pero la forma en que se producen los distintos proyectos ha provocado que los animadores tomen el camino hacia distintas especializaciones.

 

–El animador tradicional realiza la mayor parte (o todo) su trabajo a lápiz y papel. Es un artista de la vieja escuela y un maestro de la cadencia y el ritmo, que dibuja cuadro a cuadro las acciones e interacciones de los personajes con su entorno. La mayoría de los clásicos animados del cine, son resultado del trabajo conjunto de decenas de animadores tradicionales.

 

–El animador digital ha trasladado su trabajo de la mesa de dibujo, al ordenador. Aunque emplea los mismos principios básicos para crear la ilusión de movimiento, usa un software de computadora para dibujar los personajes, crear los cuadros y armar las secuencias.

 

Conforme la tecnología avanza, los programas van incluyendo un número cada vez más amplio de herramientas para facilitar el trabajo del animador, ofrecer atajos y permitir una mayor calidad visual en el producto final. La animación digital, permite aligerar un poco la carga de trabajo, pero exige que el animador se mantenga al día con el uso de los nuevos programas y las actualizaciones de los programas anteriores.

 

 

8- Además de la parte teórica, ¿qué otra preparación académica debe tener un animador?

Puede parecer repetitivo, pero en verdad no he recalcado lo suficiente la importancia de tener un amplio dominio de la anatomía humana (y animal en la mayoría de los casos). Además de la preparación que la propia escuela ofrezca; como aspirante a animador deberás tomar uno o varios cursos de dibujo de la figura humana, ya que son muchos los estudios que, además de un reel de animación o demo, requerirán que presentes una buena carpeta o block de dibujo dedicado exclusivamente a esta especialidad.

 

Y por supuesto, aún cuando tu interés esté centrado en la animación tradicional; la actualidad y el campo laboral exigen que te prepares cada vez más en el uso de software enfocado en la animación (en otras palabras; que seas también un animador digital).

 

Cada vez son más los desarrolladores de software que apuestan por lanzar al mercado programas de animación, por lo que recomiendo que si la escuela se enfoca solamente en un programa o dos como parte del currículo; busques aprender por fuera a usar tantos programas como te sea posible. Nunca será tiempo perdido tomar un curso de Toon Boom, o de los programas de Adobe como Animate, o (mis favoritos personales) los de CELSYS, que han derivado en Clip Studio Paint, una excelente herramienta para el artista digital.

 

Además de los cursos pagados, puedes encontrar infinidad de tutoriales y cursos gratuitos en la Red.

 

Otra cosa a tener en mente, es tomar un curso avanzado del idioma Inglés (o ¿por qué no? , hasta japonés) ya que como animador puedes tener la oportunidad de trabajar en distintos países, nunca se sabe hasta dónde puede uno llegar.

 

 

9- El ser buen animador es comparable a ser un buen deportista o músico, la práctica hace al maestro; ¿cuánto tiempo tienes que dedicar para lograr mejorar tus técnicas?

La mayor parte de tu tiempo. Dibujas cuando trabajas, dibujas cuando descansas, dibujas cuando quieres pasar el rato; y cuando los lápices descansan, dibujas en tu mente. El proceso creativo y la necesidad de expresarse a través del arte, no se detienen, no hacen pausas.

 

También se debe alternar entre practicar y observar el trabajo de otros profesionales; parte del aprendizaje es mirar muchas películas y series animadas, deteniéndose de tanto en tanto para analizar el movimiento, la composición, los tiempos.

 

En mis años de trabajo, he tenido oportunidad de compartir la mesa con artistas veteranos de Disney, Warner y Dreamworks, y una recomendación común, recibida de todos ellos, es tomar (toda vez que sea posible) un tiempo para sentarse en el parque y tratar de dibujar a las demás personas, resaltando sus características más evidentes, siempre con bocetos rápidos, simples, pero intentando que cada uno cuente una pequeña historia:

 

–¿Los gestos de la persona reflejan alguna intención en específico?
–¿Algo gracioso ocurrió mientras dibujabas?
–¿Su estado de ánimo no pasa inadvertido?
–¿Estaba acompañado (a) de una mascota?

También es válido aderezar tus dibujos con un poco de lo que dicta tu imaginación.

 

Y claro, si la persona nota que la miras con demasiada atención, no olvides siempre sonreír con amabilidad y explicarle que eres un artista y estás dibujando a la gente del parque (la gran mayoría reaccionará de manera positiva al ver tus bocetos).

 

De modo general, si no estás trabajando; intenta dibujar al menos un par de horas al día. Y toma también de 30 minutos a una hora para realizar actividades físicas que permitan ejercitar los músculos y tendones de tus manos y antebrazos (ambos, no querrás verte más fuerte de un lado). Ejercita también la espalda y realiza actividades que favorezcan la circulación en tus piernas; recuerda que como animador pasarás gran parte del día sentado, y es MUY importante prevenir los efectos que esto puede provocar en tu cuerpo.

 

10- Doce consejos para las personas que quieren convertirse en animadores.

Esta es mi lista personal de consejos, tal vez no todos estén en el orden en que deban seguirse, pero cada uno ha sido de gran utilidad en mi vida profesional.

 

1– Dedica un tiempo considerable para descubrir si realmente tienes la vocación (para esta y para cualquier carrera que desees seguir).
Personalmente, he visto a muchos animadores de carrera desertar al momento de lidiar con el trabajo, ya en el ámbito profesional. La vocación genera una necesidad intrínseca de seguir por este camino; nunca debe ser infravalorada.

 

2– Analiza en profundidad todas y cada una de las opciones académicas antes de elegir dónde vas a estudiar. Algunas escuelas pueden darte gratas sorpresas y llevarte directo a la realización de tu sueño; pero a veces habrá también algunas que en realidad no puedan darte lo que ofrecen. No queremos que una experiencia que parecía buena, se convierta en una pérdida de tu tiempo y dinero.
De ser posible, visita las instalaciones, pide que te dejen presenciar algunas de sus clases, habla con los estudiantes (pero nunca te quedes con un solo punto de vista).

 

3– Si bien se espera que muestres siempre un gran respeto por los docentes (Y ASÍ DEBE SER), recomiendo que nunca consideres como un dogma la opinión de los profesores. JAMÁS te aconsejaría que los cuestiones abiertamente, pero sí aconsejo que formes tus propias opiniones en base a diversos criterios y enseñanzas, además de la experimentación por cuenta propia.

 

4– A lo largo de la carrera deberás tener al menos una asignatura que se enfoque en el estudio de la anatomía humana (si no la tienes, algo anda mal con la escuela). Atesora cada conocimiento adquirido durante esas clases, y guarda todos tus bocetos y estudios para añadirlos a tu carpeta de trabajos. Como mencioné antes, son muchos los estudios importantes que dan tanto valor (o más), al conocimiento sobre anatomía humana, que a tu habilidad para hacer copias idénticas de sus personajes más famosos.

 

Mi recomendación es que busques cursos extra sobre esta asignatura.

 

5– Actualmente, la mayoría (si no todas) de las escuelas y universidades que ofrecen esta carrera, cuentan con asignaturas enfocadas en el uso de software de animación. Pero recomiendo que no te quedes con el aprendizaje de un solo programa; en este ámbito, cada vez hay más y mejores opciones, con características y herramientas variadas y realmente útiles  que te permitirán simplificar el trabajo. Si eres de aquellos a los que les preocupa que la automatización afecte esa estética natural y orgánica del dibujo a lápiz; encontrarás un gran aliado en programas como Clip Studio Paint, cuyas herramientas imitan con gran fidelidad una gran variedad de técnicas artísticas tradicionales, y está desarrollado por una empresa con vasta experiencia en el rubro de la animación.

 

6– Siempre complementa tus estudios con un montón de experimentación por cuenta propia. La parte empírica es importante y nunca debes subestimarla.

Durante mis años de trabajo, he conocido animadores que jamás tuvieron la oportunidad de asistir a una escuela de animación, pero en base a la persistencia, y al aprendizaje obtenido tras intentar animar una y otra vez; llegaron a ser animadores principales, e incluso directores de animación. Pero con esto no quiero decir que se pueda dejar de lado la escuela; ambas cosas son importantes y lo mejor que puedes hacer es lograr un perfecto equilibrio entre ellas.

 

7– Como parte de su programa, muchas escuelas tienen acuerdos con estudios, o casas productoras, y te permitirán realizar prácticas a nivel profesional en esos lugares. Algunos afortunados, incluso podrían llamar la atención del director de algún proyecto y ser considerados para un puesto desde antes de concluir la carrera. Pero nadie tiene la meta asegurada, y también hay muchos desafortunados que se gradúan sin tener idea de cuál será el siguiente paso para incursionar en la vida profesional.

 

Busca los diversos programas de reclutamiento lanzados por los grandes estudios, y participa de todos ellos. Pocas veces verás ejecutivos tan abiertos y dispuestos a recibir toda tu carpeta de trabajos y demo; APROVECHA LA OPORTUNIDAD.

 

Tampoco temas llamar a las puertas si es necesario, no siempre tendrás suerte. Pero si es el caso, procura mostrar un demo corto y concreto, y una carpeta con las mismas características (no se trata de aburrir a nadie).

 

8– Una vez que hayas sido contratado y por primera vez seas parte de un proyecto, debes programar muy bien ese chip imaginario en tu cabeza que te permite seguir instrucciones al pie de la letra. Recuerda que en todo estudio hay una jerarquía que debe ser respetada, y que una parte del éxito del proyecto dependerá de ello.

 

Sé que has adquirido mucho conocimiento, y que la creatividad fluye a raudales por tus venas, pero NUNCA debes tratar de tomar libertades creativas con el trabajo que se te ha asignado (vi a muchos novatos hacer eso en algún momento). Ese tipo de actitudes “sabelotodo” siempre tienden a entorpecer el flujo de trabajo y provocan tensión entre los miembros del equipo; aunque seas un artista brillante, ahí dentro eres un engrane más de la maquinaria y debes girar en armonía y al ritmo del resto para que el proyecto fluya de la manera correcta, y tu ambiente de trabajo sea agradable. No esperes ser el nuevo empleado o empleada y convertirte de inmediato en el animador estrella, sé paciente; los buenos artistas tarde o temprano tienen la oportunidad de dar rienda suelta a su chispa creativa y ser reconocidos.

 

9– Tarde o temprano deberás lidiar con tiempos de entrega cortos y una gran carga de trabajo. Tranquilo, no es el fin del mundo (aunque podría ser un poco horroroso mientras dura).

Mantén una mente abierta a la posibilidad de que eso ocurra, y mientras tanto, procura siempre descansar bien y llevar un ritmo de vida sin excesos. (No quiero parecer un padre con eso último, pero confía, he estado ahí muchas veces).

 

10– JAMÁS intentes competir con tus compañeros de trabajo, ni hagas comparaciones entre su trabajo y el tuyo (o el de otros). La producción no es una competencia, no habrá ganadores, ni un premio Oscar al mejor animador del estudio.

Recibe los consejos amistosos de los veteranos (valen oro), y evita dar consejos a otros, a menos que te lo pidan.

 

Al mismo tiempo mantén una actitud de apertura a la crítica. Nadie es perfecto y siempre habrá detalles que puedan ser corregidos o mejorados en tu trabajo (o el de cualquiera); y es parte del trabajo de tus directores o supervisores hacértelo notar. No te enfades, no lo hacen por el placer de verte trabajar más de la cuenta, sino por el bien del proyecto y los intereses del estudio.

 

11– Dedica parte de tu tiempo libre a mirar animación; películas, cortometrajes, series de dibujos animados. Además de que nunca se es demasiado mayor para disfrutarlos, ahora es justo lo que haces para vivir, y siempre es bueno tener retroalimentación y aprendizaje mirando el trabajo de otros (en especial de aquellos que han tenido éxito).

 

De pronto te descubrirás a ti mismo puntualizando errores de color, o de continuidad en una película que admirabas de pequeño, y la valorarás aún más ahora que sabes todo el trabajo que implicó llevarla a la pantalla.

 

12– Tómate un pequeño momento de tanto en tanto para admirar el resultado de tu trabajo, disfruta lo que ves (aunque seguro notarás detalles que deberían ser corregidos), recuerda que estás ahí porque decidiste seguir tu sueño, y lo has logrado.

 

 

El camino aún es largo y podrá llenarte de satisfacciones.